Desc: La roseta blanca: Dirigida por Donald MacDonald. Con Eugenie Forde, Dick La Reno, Helene Rosson, William Stowell. En los días románticos del siglo XI, el prólogo de esta imagen nos muestra que Sir Errol, un caballero victorioso, regresa al castillo de su señor, el barón Edward, donde renueva sus votos con Lady Maud, su prometida amante. Durante la ausencia de Sir Errol del reino, el barón se casó con Lady Elfrieda, hija de un noble sin dinero. Edward ama a Elfrieda, pero para ella el matrimonio fue únicamente por conveniencia. Ella pierde su corazón por el apuesto joven caballero. Al enterarse de que Errol y Maud están comprometidos, Elfrieda destierra a su dama de honor enviando a Maud a casa con su padre. Sir Longson, un criado del barón. Los amantes se encuentran en secreto la víspera de la partida de Maud, y ella coloca sobre el corazón de Errol una pequeña roseta blanca. Él promete seguir siendo siempre su verdadero y leal caballero. Tan pronto como Maud se quita del camino, la novia del barón asedia a Sir Errol. Ella conspira con Lord Kerrigan y sus seguidores para asesinar al barón e instalar a Errol en la baronet. La conspiración llega a oídos de Lady Maud. En vísperas de la noche señalada para su muerte, decide advertir a Edward. Disfrazada de doncella caballero, llega a la cámara del barón, pero demasiado tarde. Maud es herida de muerte por los asesinos. Al reconocer su amor muerto. Sir Errol renuncia a Lady Elfrieda y, arrancándose la roseta blanca de su pecho, jura sobre la empuñadura de su espada que expiará su deshonrada vida, ya sea ahora o dentro de mil años. La imagen nos presenta luego a Pierpont Carewe, un magnate ferroviario, cuya esposa, Frieda, se ha casado con él únicamente por su riqueza. Thomas Eric, un joven ingeniero civil al servicio de Carewe, regresa a Nueva York después de un estudio exitoso para una nueva carretera, y Carewe lo recompensa con un paquete de acciones de la empresa. Frieda se enamora de Eric. El joven ingeniero ya está comprometido para casarse con Joan Long, hija del ingeniero jefe de Carewe. Frieda planea exiliar a los Long a las Bermudas, y luego conspira con Van Kerr, un estafador sin principios, para colocar a Eric en una posición que involucra tanto su honor financiero como su honor personal, cuya única solución será que ceda a las imploras de su enamorada, la esposa de su jefe. Unos días más tarde, Frieda atrapa al joven en su tocador, le declara su amor y le ruega que se escape con ella. Al encontrar que su lealtad hacia su amada ausente aún inquebrantable, ella le informa que las acciones que recientemente le pidió prestadas se las arrebató con engaños para tenerlo mejor bajo su control ahora. Eric, que debe elegir su rumbo, recibe la visita de una visión de su antepasado medieval, Sir Errol. La vida de esa maldita flor de la antigua caballería pasa ante su ojo interior en una serie de vívidas imágenes hasta que, sobre el cadáver de Lady Maud, en el personaje de Errol, jura expiar su infidelidad. Al volver en sí, el joven reconoce en la situación actual la oportunidad de expiación que el alma inquieta de su antepasado busca desde hace novecientos años. Esa noche asiste al baile de disfraces de Carewe, disfrazado como el caballero de antaño. Frieda viste como la infiel Elfrieda. Y Joan, misteriosamente regresada del Sur, aparece como Lady Maud. Eric es descubierto por su tentadora y renueva sus votos con Joan. Frieda entrega el bloque de acciones a Van Kerr y Carewe, al entrar, exige una explicación. Se produce una pelea. Eric llega justo a tiempo para salvar a Carewe de ser estrangulado por su enemigo. Frieda, en jaque mate, solloza su amarga rebelión contra el destino..